viernes, 30 de septiembre de 2011

Anticipación a la Revolución Tecnológica (TIC)

Albert Einstein dijo:

"Si la tercera Guerra Mundial se hace a golpes de bombas atómicas, los ejércitos de la Cuarta Guerra Mundial combatirán con mazas".

El padre de la física moderna y una de las mentes más prodigiosas del siglo XX, advirtió que el ser humano había creado algo que no podría controlar: la bomba atómica, donde sus teorías ayudaron a que fuese una realidad. No por ello las tachó de inapropiadas o de cataclísmicas, simplemente advirtió que había que tener mucho cuidado con ellas.

En la era de las nuevas tecnologías y de las TICs, probablemente alguien debería pronunciar una frase, que sonaría algo así:

“Si dejo que mi vida se base en una conexión a Internet, mis nietos se mandarán palomas mensajeras”

De la misma forma que Einstein no tachó la energía nuclear como el anuncio del fin de nuestra era, quisiera demostrar, con mis estudios, que es posible un uso correcto y controlado de las nuevas tecnologías, evitando suposiciones con consecuencias catastróficas.

La evolución es algo natural, y quien no evolucione se extingue, como ya demostró en su momento Darwin. Lo que está sucediendo con las TICs es que, a diferencia de la evolución natural que tiene un período de miles de millones de años, las nuevas tecnologías no nos dan el tiempo para asimilar las nuevas herramientas, ya que cuando nos queremos dar cuenta nuestros nuevos conocimientos han quedado obsoletos, como ya se dijo en la Ley de Moore.

Mi pregunta vigorosa podría ser: “¿En qué, porras, se basa la evolución de las TICs? ¿Se puede pronosticar la evolución de las TICs, anticipándonos y preparándonos, para evitar su descontrol?”
La evolución de las TICs la comparo con una bola de nieve que rueda sin control por una colina nevada. Sabemos perfectamente que cada instante que pasa se hace más grande, pero no sabemos hacia donde irá, ni en qué momento se estampará contra un árbol.

Demostraré que las evoluciones tecnológicas se basan en los jóvenes y en la sociedad de consumo.

¿Por qué digo que se basa en los jóvenes?

Si miramos las grandes revoluciones en el campo de las TICs de los últimos años, podemos comprobar que sus creadores no superaban el cuarto de siglo de edad:

  • Bill Gates creó Microsoft con 20 años. Creando una revolución en el campo del Software en los años 80 y 90.
  • Facebook, creado por Mark Zuckerberg con 20 años. La revolución más importante en Redes Sociales, y en consecuencia, provocando una innovación en la forma de comunicación, solo comparable con la creación del telégrafo. Los jóvenes fueron los primeros en interesarse por esta nueva forma de comunicación.
  • Los fundadores de Google tenían 24 años cuando registraron su dominio “.com”. Revolucionando el concepto de Internet, y proclamándose la empresa privada más poderosa del mundo. Nuevamente, los jóvenes son los que más tiempo pasaban delante de un ordenador conectado a Internet utilizando las herramientas de Google.
  • Steve Jobs tenía 20 años cuando creó Apple. Empresa que está revolucionando el Software en la era del 2000. Curiosamente, dicha empresa se encontraba predestinada a la quiebra, hasta que los jóvenes de la época la hicieron reflotar con su inesperado interés en un reproductor de música llamado iPod.
El problema: los grandes investigadores y pensadores suelen ser personas con gran inteligencia y con una edad avanzada, que suelen encontrarse ajenos a estas grandes revoluciones hasta que no son una realidad significativa. Cuando son conscientes de la revolución que ya se ha constatado, intentan comprenderla y estudiarla. Pero mientras estudian la revolución, como en la era de las TICs todo va muy rápido, se está produciendo otra revolución a la cual volverán a llegar tarde. Existe una clara brecha generacional.

Es una lástima desaprovechar estás magnificas mentes estudiando revoluciones anteriores, que ya se consideran obsoletas.

¿Por qué digo que se basa en la sociedad de consumo?

A diferencia de antiguamente (refiriéndome a hace, no más, de 20 años), las evoluciones tecnológicas venían demandadas por necesidades de la sociedad. Ejemplo:

  • Automóvil: creado para hacer más eficiente los traslados.
  • Teléfono: facilitar las comunicaciones entre grandes distancias.
  • Radio/Televisión: transmisión unidireccional de información.
En la actualidad, son las propias empresas que crean necesidades para la sociedad. Estas nuevas necesidades son fácilmente diferenciables, ya que son todas aquellas que al conocerlas pensamos: “esto no sirve para nada” y en la actualidad decimos: “no podría vivir sin esto”. Ordenaré según mi criterio, totalmente subjetivo, los instrumentos tecnológicos que más inútiles parecen (es decir, la primera frase), hasta los instrumentos que al verlos en esta lista exclamaremos la segunda frase:

  • Chips implantados en la piel.
  • Automóviles y electrodomésticos conectados a Internet.
  • Pago con el teléfono móvil (tecnología NFC).
  • Televisión y teléfono por Internet.
  •  iPad y tablets.
  •  iPhone y teléfonos táctiles.
  • Relojes con GPS.
  • Zapatillas deportivas con Bluetooth.
  • Pizarra digital.
  •  Libros electrónicos.
  • Internet en los teléfonos móviles.
  • TDT.
  • GPS.
  • iPod y reproductores MP3.
  • Telefonía móvil.
El problema: las TICs forman una realidad en la vida presente y futura de la sociedad, cada instrumento que sale al mercado es una revolución en la forma de estudiar, comunicarse, relacionarse, trabajar,… Considero que es demasiada responsabilidad como para que esté en manos de grandes empresas que buscan el máximo provecho económico, manipulándonos con estudios de mercado y sin preocuparse de las consecuencias sociales que su producto puede implantar.

Anticipación a la revolución

Como ya dije con anterioridad, la evolución de las TICs, desde mi punto de vista, es similar a una bola de nieve que rueda sin control. Para impedir que esa bola de nieve llegue a algún lugar donde puede causar un mal irreversible, propongo la posibilidad de prever el recorrido de la bola de nieve, y así poder corregir posibles desviaciones que lleguen a un final trágico.

Llegados a este punto, se puede pensar que lo que planteo, como trabajo, es adivinar el futuro. En realidad se acerca mucho, con la diferencia que no es necesario saber cuál es el futuro exacto (eso es imposible), sino que se propondrán soluciones a cada uno de los posibles futuros que prevea.

No todos los posibles futuros tienen un interés en el campo de las TICs. Existen posibilidades que no son interesantes desde un punto de vista de anticipación a posibles desastres derivados de un descontrol de las revoluciones de las TICs. Por ejemplo: la extinción del ser humano, causado por un meteorito que impacta en el Tierra. Incluso los futuros ideales son descartables, ya que si tiene una final ideal no hay nada que corregir o anticipar. Descartando todos los futuros sin relevancia, se acota mucho lo que se ha de prever, facilitando su investigación.

En la actualidad, existen algunos proyectos que intentan anticiparse a posibles catástrofes digitales, como por ejemplo el proyecto de crear una “Piedra Rosetta” de la nueva era (http://rosettaproject.org). Han creado un instrumento para que en caso de una extinción, de alguna de las lenguas actuales, sea posible su recuperación.


Peligros al anticiparse al futuro

Basándome en la “paradoja del abuelo” (o “paradoja del viaje en el tiempo”), pensé en una idea que llamé “la paradoja del microondas”. Dicha idea se basa en: si fuese posible los viajes en el tiempo y alguien viajase al futuro para coger un microondas para presentarlo en 1946 como invento suyo: “¿Quién habría inventado realmente el microondas? ¿Realmente nadie lo ha creado? ¿O sí?” Con esto quiero explicar los peligros de anticiparse al futuro. No podemos traer nada del futuro, pero si suponer como será una sociedad futura, y debemos tener cuidado que esta suposición no modifique la sociedad actual para llegar a esa sociedad futura supuesta. Entonces nos haríamos la misma pregunta: “¿Realmente la sociedad ha evolucionado de forma natural o ha sido dirigida? ¿La nueva sociedad fue creada por la misma persona que la supuso?”

Conclusión

Utilizando suposiciones cuánticas (como en el experimento del “gato de Schrödinger”) se deducirá posibles futuros, que interesen en el campo de las TICs, y se propondrá una solución para anticipar un desastre social, tecnológico y humano.

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