lunes, 26 de diciembre de 2011

Anti-Secreto


Hace unos días hablando con una amiga, me explicó que había leído el libro de "El Secreto". El libro trata de como exprimir todo tu energía para conseguir algo, de concentrarte sobre una meta que quieres conseguir y seguro que "el destino", "la suerte" o "Dios" (como quieras llamarlo) te hace conseguir esa meta.

Yo estaba totalmente en desacuerdo con esa mentalidad, de ahí el título de mi Blog. El peligro de ponerse una meta es obsesionarse con esa meta. ¿Qué pasaría si, por el motivo que sea, no consigues llegar a tu objetivo? Jugar con las creencias de las personas es algo muy delicado y muy serio. Lo primero que se ha de hacer es enseñar a la persona en la no obsesión, darle la suficiente seguridad y autoestima para no dejar que tu bienestar dependa de llegar a esa meta.

Personalmente, considero que las metas han de ser flexibles, deben poder adaptarse a las necesidades, que en un preciso momento, tienes. Es imposible ponerse como meta, que dentro de 10 años debo haber acabado la carrera de Medicina, ya que no se como seré yo con 10 años más, no se cuales serán mis expectativas o necesidades. Ponerse una meta es algo tan complicado como llegar a ella. Ya es complicado ponerse una meta, como para que también nos pongamos una meta temporal: "Debo conseguir acabar la carrera de Medicina en 4 años". Eso me parece un error, ahí entramos en posibles obsesiones, preocupaciones, estrés,... y eso no es bueno para nadie.

La experiencia me dice que lo mejor es ponerse una meta, un objetivo a conseguir a medio-largo plazo, y justo después debemos cerrar los ojos (es decir, no volver a pensar en esa meta, no obsesionarse) y  dejarse llevar por el destino (lo que otros llaman Dios o suerte, yo lo llamaré Destino). Pero nunca un destino que nos dejamos llevar libremente, como quien se deja llevar por una corriente de un río de montaña, es una dejadez dirigida, sabemos las cosas que tenemos que hacer si queremos llegar.

Dentro de un largo periodo de tiempo, vuelves a abrir los ojos y buscas tu meta. Pueden darse tres opciones: 
  1. Aun no hemos llegado: no pasa nada, tenemos la oportunidad de pensar si queremos seguir hacia esa dirección o si queremos marcarnos otro camino. Lo importante es mirar hacia atrás y ver todo lo que ya hemos recorrido.
  2. Has llegado: probablemente hace tiempo que has conseguido tu objetivo y estás mucho más alejado de lo que nunca te hubieras esperado llegar. Tienes la oportunidad de ponerte otra meta más generosa, algo que en su época la diste por imposible pero ahora la tienes un poco más cerca. Se un poco avaricioso: puedes conseguir todo lo que te propongas.
  3. No encuentras tu meta: has recorrido otro camino del que te habías marcado previamente, y lo que antes era para ti una meta imprescindible para tu bienestar, ahora se a transformado en una mera anécdota, y tus preocupaciones y necesidades no se asemejan en nada a las que tenías cuando pusiste tu meta. Tienes un nuevo camino que recorrer con muchas más cosas que aprender, y probablemente que dentro de unos años, tengas otros conocimientos que ahora ni te imaginas.
Para mí la tercera opción es la mejor, personalmente me han sucedido las tres opciones, y eso es lo bonito. Tenemos una vida tan larga y con tantas oportunidades de hacer diferentes cosas y de conocer diferentes personas que nos harán conocer más cosas... y creando un círculo que espero que nunca se rompa. Debemos evitar la rutina, ya que es la forma de que ese círculo se llegue a romper.

¿Merece la pena ponerse metas utópicas?

Yo creo que sí, pero nunca sobre pasar la línea de la obsesión. Alguien dijo una vez:

Existen dos tipos de personas en el mundo: las personas racionales y las personas irracionales. Las personas racionales son aquellas que se adaptan al entorno. Y las personas irracionales son aquellas que quieren adaptar el entorno a sus necesidades. Es gracias a estas personas irracionales que ha habido avances en la ciencia, medicina, derechos humanos,...

Hubo una persona irracional que se puso como meta iluminarse con algo que no sea una vela, llamándole loco, y Thomas Edison creó la bombilla. Con la posibilidad de que le quemaran en la hoguera, Nicolás Copérnico se puso como meta demostrar que la Tierra no era el centro del universo. Alguien dijo que el Hombre podría volar y los Hermanos Wright crearon el primer avión. Einstein demostró que el espacio se pliega y que el tiempo no es lineal, etc etc.

¿Merece la pena luchar por ser el número uno?

Este texto lo he realizado para contestar esta pregunta, e intentaré contestarla con una experiencia mía:

Hace años cuando estudiaba informática, eramos unos 6 en el último curso, de los cuales un chico y yo eramos los que más destacábamos en las notas. Los demás luchaban por el 7 u 8, y nosotros por el 10. En las primeras semanas me sentía muy complacido conmigo mismo, porque mi máximo rival no alcanzaba el 9 nunca, y yo siempre lo sobrepasaba acercándome a mi objetivo, el 10, de ser el mejor sin discusión. Quería llegar a ser igual de inteligente que el profesor que nos daba Programación, él lo sabía todo y yo quería ser como él.

Un día pude apreciar como mi gran contrincante se quedaba hasta bien entrada la noche, ayudando a los otros compañeros, para que ellos pudieran llegar al 7 u 8, y una vez que había ayudado a los demás, dedicaba el poco tiempo de la madrugada para poder realizar sus trabajos.

Yo era el número uno, había llegado a mi meta de ser el mejor de la clase, pero a un precio que no me gustó pagar. Mi gran contrincante era el número uno, pero el número uno del compañerismo y la amistad, y yo había logrado otra meta sin saberlo, era el número uno del egoísmo. 

¿Merece la pena luchar por ser el número uno? Claro que sí, pero todo tiene un precio. Antes de preguntarte si quieres ser el número uno, piensa que si el precio que debes pagar también te merece la pena. Muchos investigadores e inventores pagan el precio de perder las amistades y la familia, pero por un bien que cambiará la humanidad. Es un precio que han pagado y desconocido por todos, yo los considero héroes, yo no sería capaz.

Mi historia acaba bien, después de darme cuenta que ser el número uno no era la meta que yo realmente quería. Dejé de serlo para ayudar a mi gran rival, y posteriormente mi mejor amigo, a ayudar al resto de los compañeros. Así acabar antes sus trabajos y teniendo más tiempo para poder ayudarnos entre nosotros a acabar el nuestro. Así logré mi primer 10, junto a mi mejor amigo, mi ex-rival. Y teniendo que explicarle al profesor como habíamos hecho ese proyecto informático, porque él no sabía hacerlo. Eso sí que es una meta inesperada: conseguir un gran amigo, y demostrar que sabes más que el profesor.

martes, 8 de noviembre de 2011

El valor de la educación y el precio de la enseñanza

Publicado en Reeditor


¿Qué diferencia hay entre los centros públicos y privados/concertados respecto a la composición de su alumnado? ¿Hasta qué punto el asistir a una u otra red condiciona el futuro escolar y social del individuo?

Gregory Mankiw, profesor de Harvard y ex-asesor de la administración Bush, platea en su blog un dilema que se le ha presentado. Dicho dilema hace referencia a la instalación de un nuevo instituto en el barrio donde vive, uno de los más caros y prestigiosos de la zona, y que las autoridades rechazan financiarlo porque aseguran que es demasiado avanzado y causaría desigualdades respecto a otras zonas más pobres.

Con toda seguridad si los hijos del Sr. Mankiw fuesen a ese instituto llegarían a ser grandes eminencias y muy probablemente magníficos profesores de Harvard. Pero si les quedase un resquicio de humanidad en sus corazones plagados de soberbia, implantados por una sociedad capitalista que se les ha sido inculcada desde los pocos segundos de vida, podrían llegar a preguntarse si los grandes logros que han conseguido han sido fruto de sus esfuerzos personales o si es un generoso legado familiar.

“Toda persona tiene derecho a la educación. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.”
Art.26 - 2 Declaración Universal de los Derechos Humanos

Seguramente que los hijos del Sr. Mankiw no se planteen nunca como han llegado a ser lo que son, no porque no quieran, sino porque es lo único que han visto. En una educación privada se veta la posibilidad de una diversidad cultural, ya que los centros están dirigidos a un tipo muy específico de alumnos, lo que supone que se creen más distanciamiento entre las diferentes clases sociales.

En los centros públicos existe una mayor diversidad, pudiendo indagar en diferentes culturas y aprender a respetar al extraño y al diferente, realizando un ejercicio de empatía diario y de solidaridad. Probablemente el nivel educativo sea mejor ya que los docentes públicos han de pasar unas complicadas oposiciones que los califican como los mejores para ese puesto.


El problema reside a la hora de buscar empleo. Eres consciente que al salir del centro educativo empiezas desde cero, y debes escalar poco a poco los escalones necesarios para encontrar un empleo acorde con tus expectativas más realistas.

Los estudiantes de centros privados de alto nivel económico se relacionan diariamente con personas de su mismo nivel social y económico, y que a su vez son parte de familias importantes con importantes cargos en importantes empresas multinacionales, lo que produce unos vínculos que al finalizar los estudios, estos estudiantes tengan más facilidades para encontrar un empleo acorde con su nivel social que se han ido forjando en su centro privado, no tanto académicamente sino socialmente. Cerrándose así un círculo donde solo las personas con capacidad económica pueden indagar, a no ser que alguna familia quiera asegurar el futuro de su heredero/a haciendo un macro esfuerzo económico para poder matricularlo/a en un centro de un nivel social superior a sus posibilidades. Lo cual supone un riesgo, ya que el poder ciega y una vez en la cumbre, a veces tiramos la escalera con la que hemos podido subir.

Personalmente pienso que los prejuicios y separaciones sociales van más allá de las puntuaciones académicas de un centro escolar, las separaciones empiezan en la misma elección del centro, que viene determinada del nivel socio-económico que se disponga, es decir, las separaciones sociales vienen definidas del propio nivel social.

Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”. Albert Einstein.

LINKS

·         La injusticia de la educación privada con sus propios destinatarios (http://decirenlibertad.blogspot.com/2009/05/la-injusticia-de-la-educacion-privada.html)
·         Blog Gregory Mankiw: http://gregmankiw.blogspot.com/
·         El derecho al aprendizaje permanente: http://impreso.elnuevodiario.com.ni/2006/05/07/opinion/18836

miércoles, 19 de octubre de 2011

“Eppur si muove” Educación con/sin religión

Publicado en Reeditor


EL TABÚ DE LA CIENCIA

“Eppur si muove” (y sin embargo se mueve, en español). Según la leyenda fueron las palabras que pronunció el 22 de junio de 1633, después de retractarse ante la Santa Inquisición bajo pena de muerte, una de las primeras personas que se encaró a la iglesia Católica. Esta persona fue Galileo Galilei después de abjurar la visión heliocéntrica del mundo. Esta frase se utiliza mucho en Derecho cuando se debe decir algo que va en contra de los propios pensamientos.

El ejemplo de Galileo es claro para mostrar como la religión en general y el cristianismo en particular, siempre ha formado parte en la historia con un papel sancionador y censurador. Todas las ideas que se alejaban de las Santas Escrituras eran castigadas con penas que llegaban a ser mortales.

Incluso los propios miembros de la cristiandad por miedo a ser tachados como herejes por su iglesia, hacían circular sus teorías de forma anónima: como es el caso del cura polaco Nicolás Copérnico (1473-1543).
Nicolás Copérnico (primera teoría heliocéntrica del Sistema Solar), Gregor Mendel (padre de la genética moderna), Miguel Servet (descubridor de la circulación pulmonar), Berthold Schwarz (primero en utilizar la pólvora para impulsar un proyectil), Marin Mersenne (inventor de la "comunidad científica"), Nicolás Oresme (uno de los mayores pensadores del siglo XIV), Isaac Newton (demostró las leyes naturales del movimiento en la Tierra), etc. ¿Qué tienen en común todos estos padres de la ciencia moderna? Seguramente que lo primero que se nos viene a la mente es que sus aportaciones científicas están contempladas entre los siglos XIV y XVI. Lo segundo y más significativo, es que todas estas personas estaban plenamente relacionadas con la iglesia Católica como sacerdotes, curas, monjes o teólogos.

Es irónico pensar que los pilares de la ciencia moderna vinieran de hombres procedentes de campos cristianos. Esto no es casual, ya que mientras la gente ordinaria eran analfabetismo, su máxima preocupación era la de sobrevivir viviendo un constante temor provocado por una falsa educación religiosa de parte de la Iglesia, estos padres de la ciencia y siervos del Señor su única preocupación era realizar correctamente sus Maitines, Laudes y Vísperas, mientras bebían jarras de vino caliente especiado con canela, por lo que les dejaba mucho tiempo libre para resolver enigmas que nadie creía necesario solucionar.

“La ciencia sin la religión es coja y la religión sin la ciencia es ciega”
Albert Einstein

PRIMEROS DOCENTES

En la edad Media se creía que la educación estaba sobrevalorada, la prioridad era gobernar para unos y sobrevivir para otros. Debemos comprender que quienes tenían la posibilidad de adquirir conocimientos eran los menos, ya fuera porque su familia era poderosa o porque estaban al cuidado de algún religioso o noble importante.

Con el fin de la Edad Media y con la Revolución Industrial asomando por el horizonte, se empezó a dar más importancia a la educación. Encontrándose que las únicas personas capacitadas para formar, ya que sabían leer y escribir correctamente y tenían conocimientos en filosofía y matemáticas, era los monjes.
La educación con estos eclesiásticos tuvo una clara influencia del escolasticismo, que crearon las primeras universidades en el Norte de Europa, pero dejando como “precio” que todas las sedes educativas tuvieran como base la religión.

REZAR PARA EDUCAR

La escuela, tanto las públicas como las de iniciativa social, debe transmitir siempre un profundo respeto y aprecio hacia la religión como algo valioso para las personas y la democracia, tan necesitada de ciudadanos buenos y con principios morales sólidos. Esta exigencia es consecuencia de que la religión es algo valioso para la inmensa mayoría de las personas y de que la libertad religiosa es un derecho fundamental de las personas. En el caso de las escuelas con ideario o proyecto propio, si ésta se identifica con una religión en concreto, además es legítimo y necesario que transmita de forma apologética esa religión que forma parte de su proyecto pedagógico. En el caso de las escuelas públicas sólo se podrá enseñar una religión en concreto si así lo eligen los padres o los escolares y para quienes así lo decidan.
Siempre con profundo respeto a la libertad. En la enseñanza general se debe enseñar la dimensión histórica, cultural, filosófica, artística y social de la religión y dar a conocer los contenidos de fe y moral de cada religión, especialmente de las más presentes en cada sociedad, como hecho digno de ser conocido. En la enseñanza específica elegida por los padres se debe enseñar conforme indiquen las autoridades de cada religión.
Texto de: Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia


“El verdadero éxito de la globalización se determinará en la medida en que la misma permita disfrutar a cada persona de los bienes básicos de alimento y vivienda, educación y empleo, paz y progreso social, desarrollo económico y justicia”
Juan Pablo II


EDUCAR SIN LA AYUDA DE DIOS

La educación se puede definir como la transmisión de una serie de valores morales, pero para poder transmitirlos primero se han de elegir cuáles son esos valores. El problema reside que esta elección se basa en la subjetividad del educador, quien debe tener en cuenta factores como: la sociedad actual, necesidades del educado y el futuro que nos alcanzará al paso del presente. En una educación cristiana los valores que se transmiten son de índole religioso, lo que significa que se basan en unas creencias inflexibles dictadas en el Concilio de Nicea hace más de 1.600 años. Es fácil pensar que unos valores con más de 15 siglos de historia no pueden ser los adecuados para una sociedad que cambia cada día.

La religión cristiana fomenta, no con sus palabras sino con sus hechos, la intolerancia queriendo una sociedad donde lo diferente no se respeta y se acorrala hasta que sucumbe a la presión para dejarse llevar por la corriente de la mayoría, fomenta un desprecio a la mujer extirpándola de los puesto de poder con una política de superioridad machista, fomenta el chantaje emocional jugando a ser inmobiliarios divinos vendiendo al mejor postor el metro cuadrado del Edén, fomenta la hipocresía orando por el fin del hambre entre banquete y banquete con unos comensales que rebosan felicidad en forma de grasa, que defienden el voto de pobreza con cubiertos dorados y defienden la castidad violando a menores.

"El espíritu de la educación es el conocimiento, no de los hechos, sino de los valores"
 
William R. Inge (profesor de teología en Cambridge)


EDUCACIÓN CON LA CRUZ O CRUCIFICAR LA EDUCACIÓN

En la actualidad, nos encontramos ante un conflicto originado hace años pero que hoy día sigue estando muy presente: la religión. ¿Debería estar la asignatura de Religión en todos los programas y centros educativos? Un debate candente en los medios de comunicación, política y sociedad. Consultando fuentes de diversas opiniones, creencias y otras más objetivas basadas en datos estadísticos nos sirve como referencia para hacer un recorrido por cada uno de estos argumentos y así, poder clarificar algunos puntos para comprender ambas posturas.

Si nos remontamos a 1948, en la Declaración de los Derechos Humanos, el artículo 26.1 dice “los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”. La ONU (1996) aboga por un respeto sobre la libertad de los padres sobre la educación y que sus hijos reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Además, según los defensores de la asignatura de religión en los colegios, la exclusión de dicha enseñanza, vulneraría la libertad religiosa (art. 16), el derecho de los padres en la formación de sus hijos y la formación misma de los alumnos (art. 27.1) tal y como queda reflejado en la Constitución Española.

Por tanto, teniendo en cuenta estos Acuerdos y Convenios, el Estado debería garantizar la presencia de la enseñanza de la religión en sus propias leyes de desarrollo, como son las leyes orgánicas de la educación y los derechos respectivos, adecuándola sin discriminaciones y con un tratamiento equivalente al resto de las enseñanzas.

Consideran que enseñar religión es necesario porque es una manera de ser en la vida que responde a sus convicciones, unos principios y unos valores que les orienten en su crecimiento hacia el bien y el mal. Al mismo tiempo, desterrar la idea de que la religión forma parte de lo privado y no de lo público, ya que este hecho minusvalora el hecho religioso.

Por otro lado, todos los datos, sean cuales sean las fuentes consultadas, indican que el número de alumnos que cursan la asignatura de religión en el sistema escolar ha ido descendiendo paulatinamente en la última década. Según datos obtenidos de la Conferencia Episcopal Española (1996-2008), en los Colegios Públicos, en primaria, han descendido un 10% los alumnos que cursan religión. En secundaria, el porcentaje de alumnos ha decrecido de un 60.1% a un 49.8%, aunque los datos más significativos son los encontrados en la enseñanza secundaria postobligatoria, un descenso al 36.8% de los alumnos cursan la asignatura. Con otros datos recogidos en prensa, el número de alumnos que eligieron religión este curso es de un 71.2% frente al 73.6% del pasado curso, es decir, 3.430.654 de 4.759.190 de los alumnos posibles estudian religión.

En contrapartida también a posturas cercanas a la religión en los colegios, podemos encontrar a defensores que apuestan más por la enseñanza de la asignatura de Educación para la Ciudadanía porque lleva implícito la “libertad” religiosa, ausente, según ellos, en la doctrina católica. Se amparan en que el Estado es aconfesional, y por tanto, se considera como algo innecesaria la religión estatal y la Iglesia perdería el poder e influencia que aún tiene en la educación española.


Los jóvenes son la esperanza de la humanidad: tienen que poder crecer, por tanto, en un clima de constante y concreta educación en la paz” – Juan Pablo II


CONCLUSIÓN FINAL

Debemos guiarnos tanto por los derechos de los niños como de los padres, esto es; derecho a la educación y derecho a la elección de la educación de sus hijos. Significa, que los padres tienen la libertad de elegir si la asignatura de religión debería formar parte de la educación de su hijo o no y, en la enseñanza de la religión en formación postobligatoria, elección también del propio alumno.

La enseñanza de la religión desde el punto de vista de la aportación al alumno de una visión del mundo constructiva, real y que fomente el bienestar de los demás y de la propia persona. No ver la religión como algo hermético, exclusivista o clasista; entendida como un derecho para todos y que respete a todas las creencias e ideologías.

Los centros pueden elegir ofertar la asignatura e incluirla en el plan educativo, por lo tanto, habrá centros que apuesten por la enseñanza laica y que no la oferten y pueda ser sustituida por otra en la que se imparta los valores y creencias morales que sean beneficiosas para el crecimiento personal de la persona ajustándola de forma satisfactoria a la realidad en la que vive. El símil de la “Ley de la Oferta y la Demanda” en la cual los centros ofertarían dicha asignatura o no y libertad de demandar por parte de los padres un centro u otro. Así se podrían evitar muchos conflictos. Debemos respetar la religión. “Eppur si muove”

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
  •  Breve historia de la educación y la paulatina pérdida de categoría del conocimiento: http://www.eumed.net/eve/resum/06-02/ljbc.htm
  • Grupo de análisis y opinión sobre cuestiones educativas del ICE de la Universitat de Barcelona: http://www.rieoei.org/opinion18.htm
  • Religión y educación - Fernando del Paso: http://latinoamericana.org/2003/textos/castellano/DelPasoCompleto.htm
  •  Historia del Tiempo” de Stephen Hawking.
  •  La religión como factor de atraso científico: http://mujercristianaylatina.wordpress.com/2009/02/17/la-religion-como-factor-de-atraso-cientifico/
  •  La iglesia en la edad Media: http://www.monografias.com/trabajos39/iglesia-edad-media/iglesia-edad-media.shtml
  • Valores religiosos, cuestión de libertad y pluralismo (ABC): http://www.abc.es/20101102/sociedad/valores-religiosos-cuestion-libertad-20101102.html
  •  González Faraco, J.C. y Luzón Trujillo, A.(2008): “¿Ha dejado España de ser católica? Escuela pública y formación religiosa en la educación española contemporánea”. Propuesta Educativa, p.p. 89-100.
  •  II Foro Iberoamericano de Educación: Inversiones y Educación para el desarrollo (2005). Universidad Rey Juan Carlos I. Revista Iberoamericana de Educación.
  •  León Benítez, M.R (2006). “Alcance y consecuencias de la futura Ley Orgánica de Educación: estudio del proyecto aprobado por el Congreso el 15 de Diciembre 2005- (Boletín de las Cortes Generales de 26 de Diciembre de 2005”. Revista Internauta de Práctica Jurídica.
  •  Descienden los alumnos que optan por la clase de religión en España”. http://ReligiónDigital.com
Con la Colaboración de Alberto Jiménez

lunes, 3 de octubre de 2011

Teotecnología

En 1979, James Lovelock publicó su teoría llamada “hipótesis de Gaia”. En ella afirma que el planeta Tierra se comporta como un ser vivo, como un todo coherente que se encarga de autorregular sus condiciones esenciales.

Basándome en esta hipótesis y estudiando Internet como un conjunto de personas interconectadas que trabajan para un fin común (comunicación), se podría llegar a afirmar que Internet tiene las mismas características que Gaia.

Mi pregunta: “¿Se podrá llegar a definir Internet como un ser vivo?”.

Ser vivo se define como: “conjunto de átomos y moléculas, que forman una estructura material organizada y compleja”. Esta definición se acerca mucho a la idea de una “Cyber Gaia”, pero para considerarse vivo debe cumplir una serie de características obligatorias:
  1. Homeostasis
  2. Irritabilidad
  3. Metabolismo
  4. Desarrollo o crecimiento
  5. Reproducción
  6. Adaptación
Aunque Internet no cumple con todas estas características, hay algunas que se aproximan mucho.

Para hacer una estimación del tiempo que podría necesitar la Red de redes para considerarse viva, debemos buscar un referente histórico y hacer un paralelismo: desde la creación de la Tierra hasta la aparición del primer ser vivo tuvieron que pasar unos 1.000 millones de años. Teniendo en cuenta que el concepto de tiempo es diferente en cuando nos referimos al “mundo real” o al “mundo de Internet” (deducido al leer La estrategia del pingüino de Antonio Núñez), no podemos usar los años de un mundo para deducir una fecha en el otro. ¿Cuánto equivale un año evolutivo en el mundo de Internet?

Para realizar este cálculo, poseemos los años que pasaron hasta la aparición del primer ser vivo desde la creación de la Tierra, se necesita el mismo dato referidos a Internet: apareció en los años 90, faltando el año de cuando se consideraría vivo.

El psicólogo Simón Hergueta explica que las conexiones de Internet son fácilmente comparables con las conexiones del cerebro humano. Aunque el cerebro humano consta de 1015 conexiones e Internet solo posee 2 mil millones de conexiones, defiende que en el año 2019 aumentarán las conexiones a la Red hasta alcanzar esta cifra, e incluso superándola, creando así un gigantesco cerebro artificial donde cada ordenador haría la “función” de neurona.

Utilizando el año que nos proporciona el Sr. Hergueta, poseemos los datos suficientes para llegar a la conclusión de que un año en el mundo real equivale a unos 34 millones de años en Internet, en términos de evolución. Es decir, que en año actual (2011) Internet tiene una evolución de unos 714 millones de años. Si el Homo sapiens apareció hace unos 35.000 años, deducimos que Internet se podría llegar a semejar a la consciencia de un ser humano en 2050. Este dato es muy aleatorio, ya que se necesitaría tener en cuenta muchas variables exteriores (teoría del Caos) y realizar cálculos matemáticos muy complejos, pero se podría conseguir una fecha con exactitud.

En ese año, se podría producir, lo que muchos autores denominan “consciencia súbita”, es decir, que Internet obtenga una consciencia propia. En realidad, actualmente se podría decir que la Red tiene consciencia propia, ya que cuando entras en ella y le preguntas (escribiendo cualquier pregunta en un buscador) te contesta. Internet es la suma de todos los conocimientos de todas las personas del mundo que dejan en ella información. Las personas que entran en ella aprenden de sus conocimientos y experiencias, todos aprendemos de todos, pero aprendemos lo mismo y del mismo sitio. Pudiendo llegando a crear una Consciencia Global (defendido por investigadores del CSIC).

Google fue denunciado por usar las búsquedas de los usuarios para crear su perfil psicológico, y así mejorar la eficiencia de sus búsquedas (defendían los del buscador). Lo que demuestra que, actualmente existe la tecnología necesaria para hacer algo parecido, es decir, darle a Internet una consciencia propia basándose en la información que posee.

Antes de ver el lado más pesimista de haber creado un “ser vivo” con pensamientos propios, se debe ver desde la perspectiva que no dejaría de ser un “instrumento”. Un instrumento que trabajaría permanentemente para nuestro bien, utilizando sus conocimientos para solucionar todo tipo de problemas humanos.

Si pensamos que en 2050 tendremos un Internet vivo, con consciencia propia, trabajando permanentemente para nuestro bien, solucionando nuestro problemas, con unos conocimientos infinitos e inmortal, pero sin una forma física, será un “ente”, una especie de espíritu que estaría en todas las partes de la Red. Las características de este Internet cada vez se alejan más de un mero instrumentos, y se acercan a las características de una deidad.

¿El Ser Humano creará el Dios del siglo XXII? ¿Debemos adorar a nuestra Wifi sobre todas las cosas? ¿Google es Dios?

viernes, 30 de septiembre de 2011

Anticipación a la Revolución Tecnológica (TIC)

Albert Einstein dijo:

"Si la tercera Guerra Mundial se hace a golpes de bombas atómicas, los ejércitos de la Cuarta Guerra Mundial combatirán con mazas".

El padre de la física moderna y una de las mentes más prodigiosas del siglo XX, advirtió que el ser humano había creado algo que no podría controlar: la bomba atómica, donde sus teorías ayudaron a que fuese una realidad. No por ello las tachó de inapropiadas o de cataclísmicas, simplemente advirtió que había que tener mucho cuidado con ellas.

En la era de las nuevas tecnologías y de las TICs, probablemente alguien debería pronunciar una frase, que sonaría algo así:

“Si dejo que mi vida se base en una conexión a Internet, mis nietos se mandarán palomas mensajeras”

De la misma forma que Einstein no tachó la energía nuclear como el anuncio del fin de nuestra era, quisiera demostrar, con mis estudios, que es posible un uso correcto y controlado de las nuevas tecnologías, evitando suposiciones con consecuencias catastróficas.

La evolución es algo natural, y quien no evolucione se extingue, como ya demostró en su momento Darwin. Lo que está sucediendo con las TICs es que, a diferencia de la evolución natural que tiene un período de miles de millones de años, las nuevas tecnologías no nos dan el tiempo para asimilar las nuevas herramientas, ya que cuando nos queremos dar cuenta nuestros nuevos conocimientos han quedado obsoletos, como ya se dijo en la Ley de Moore.

Mi pregunta vigorosa podría ser: “¿En qué, porras, se basa la evolución de las TICs? ¿Se puede pronosticar la evolución de las TICs, anticipándonos y preparándonos, para evitar su descontrol?”
La evolución de las TICs la comparo con una bola de nieve que rueda sin control por una colina nevada. Sabemos perfectamente que cada instante que pasa se hace más grande, pero no sabemos hacia donde irá, ni en qué momento se estampará contra un árbol.

Demostraré que las evoluciones tecnológicas se basan en los jóvenes y en la sociedad de consumo.

¿Por qué digo que se basa en los jóvenes?

Si miramos las grandes revoluciones en el campo de las TICs de los últimos años, podemos comprobar que sus creadores no superaban el cuarto de siglo de edad:

  • Bill Gates creó Microsoft con 20 años. Creando una revolución en el campo del Software en los años 80 y 90.
  • Facebook, creado por Mark Zuckerberg con 20 años. La revolución más importante en Redes Sociales, y en consecuencia, provocando una innovación en la forma de comunicación, solo comparable con la creación del telégrafo. Los jóvenes fueron los primeros en interesarse por esta nueva forma de comunicación.
  • Los fundadores de Google tenían 24 años cuando registraron su dominio “.com”. Revolucionando el concepto de Internet, y proclamándose la empresa privada más poderosa del mundo. Nuevamente, los jóvenes son los que más tiempo pasaban delante de un ordenador conectado a Internet utilizando las herramientas de Google.
  • Steve Jobs tenía 20 años cuando creó Apple. Empresa que está revolucionando el Software en la era del 2000. Curiosamente, dicha empresa se encontraba predestinada a la quiebra, hasta que los jóvenes de la época la hicieron reflotar con su inesperado interés en un reproductor de música llamado iPod.
El problema: los grandes investigadores y pensadores suelen ser personas con gran inteligencia y con una edad avanzada, que suelen encontrarse ajenos a estas grandes revoluciones hasta que no son una realidad significativa. Cuando son conscientes de la revolución que ya se ha constatado, intentan comprenderla y estudiarla. Pero mientras estudian la revolución, como en la era de las TICs todo va muy rápido, se está produciendo otra revolución a la cual volverán a llegar tarde. Existe una clara brecha generacional.

Es una lástima desaprovechar estás magnificas mentes estudiando revoluciones anteriores, que ya se consideran obsoletas.

¿Por qué digo que se basa en la sociedad de consumo?

A diferencia de antiguamente (refiriéndome a hace, no más, de 20 años), las evoluciones tecnológicas venían demandadas por necesidades de la sociedad. Ejemplo:

  • Automóvil: creado para hacer más eficiente los traslados.
  • Teléfono: facilitar las comunicaciones entre grandes distancias.
  • Radio/Televisión: transmisión unidireccional de información.
En la actualidad, son las propias empresas que crean necesidades para la sociedad. Estas nuevas necesidades son fácilmente diferenciables, ya que son todas aquellas que al conocerlas pensamos: “esto no sirve para nada” y en la actualidad decimos: “no podría vivir sin esto”. Ordenaré según mi criterio, totalmente subjetivo, los instrumentos tecnológicos que más inútiles parecen (es decir, la primera frase), hasta los instrumentos que al verlos en esta lista exclamaremos la segunda frase:

  • Chips implantados en la piel.
  • Automóviles y electrodomésticos conectados a Internet.
  • Pago con el teléfono móvil (tecnología NFC).
  • Televisión y teléfono por Internet.
  •  iPad y tablets.
  •  iPhone y teléfonos táctiles.
  • Relojes con GPS.
  • Zapatillas deportivas con Bluetooth.
  • Pizarra digital.
  •  Libros electrónicos.
  • Internet en los teléfonos móviles.
  • TDT.
  • GPS.
  • iPod y reproductores MP3.
  • Telefonía móvil.
El problema: las TICs forman una realidad en la vida presente y futura de la sociedad, cada instrumento que sale al mercado es una revolución en la forma de estudiar, comunicarse, relacionarse, trabajar,… Considero que es demasiada responsabilidad como para que esté en manos de grandes empresas que buscan el máximo provecho económico, manipulándonos con estudios de mercado y sin preocuparse de las consecuencias sociales que su producto puede implantar.

Anticipación a la revolución

Como ya dije con anterioridad, la evolución de las TICs, desde mi punto de vista, es similar a una bola de nieve que rueda sin control. Para impedir que esa bola de nieve llegue a algún lugar donde puede causar un mal irreversible, propongo la posibilidad de prever el recorrido de la bola de nieve, y así poder corregir posibles desviaciones que lleguen a un final trágico.

Llegados a este punto, se puede pensar que lo que planteo, como trabajo, es adivinar el futuro. En realidad se acerca mucho, con la diferencia que no es necesario saber cuál es el futuro exacto (eso es imposible), sino que se propondrán soluciones a cada uno de los posibles futuros que prevea.

No todos los posibles futuros tienen un interés en el campo de las TICs. Existen posibilidades que no son interesantes desde un punto de vista de anticipación a posibles desastres derivados de un descontrol de las revoluciones de las TICs. Por ejemplo: la extinción del ser humano, causado por un meteorito que impacta en el Tierra. Incluso los futuros ideales son descartables, ya que si tiene una final ideal no hay nada que corregir o anticipar. Descartando todos los futuros sin relevancia, se acota mucho lo que se ha de prever, facilitando su investigación.

En la actualidad, existen algunos proyectos que intentan anticiparse a posibles catástrofes digitales, como por ejemplo el proyecto de crear una “Piedra Rosetta” de la nueva era (http://rosettaproject.org). Han creado un instrumento para que en caso de una extinción, de alguna de las lenguas actuales, sea posible su recuperación.


Peligros al anticiparse al futuro

Basándome en la “paradoja del abuelo” (o “paradoja del viaje en el tiempo”), pensé en una idea que llamé “la paradoja del microondas”. Dicha idea se basa en: si fuese posible los viajes en el tiempo y alguien viajase al futuro para coger un microondas para presentarlo en 1946 como invento suyo: “¿Quién habría inventado realmente el microondas? ¿Realmente nadie lo ha creado? ¿O sí?” Con esto quiero explicar los peligros de anticiparse al futuro. No podemos traer nada del futuro, pero si suponer como será una sociedad futura, y debemos tener cuidado que esta suposición no modifique la sociedad actual para llegar a esa sociedad futura supuesta. Entonces nos haríamos la misma pregunta: “¿Realmente la sociedad ha evolucionado de forma natural o ha sido dirigida? ¿La nueva sociedad fue creada por la misma persona que la supuso?”

Conclusión

Utilizando suposiciones cuánticas (como en el experimento del “gato de Schrödinger”) se deducirá posibles futuros, que interesen en el campo de las TICs, y se propondrá una solución para anticipar un desastre social, tecnológico y humano.